7/28/2015

Abogados

Solo por apoyar a unos amigos que estaban en la contienda, por primera me dirigí a votar en las elecciones del Colegio Nacional de Abogados, en las que los abogados y abogadas agremiados en dicho cuerpo eligen a su nueva junta directiva. 

Después de hacer paciente fila como todos los demás, los que entregaban las papeletas me salieron con que no podía votar. Me indigné y les dije que iría a instancias más altas. Enseguida varios profesionales del gremio se fueron aglomerando y se formó la algarabía:

-- ¡Oye, dejen a la colega votar! -gritaba uno. 
-- ¡Eso es una injusticia! -exclamaba otro.

Pero la batalla fue inútil, no me dejaron pasar, así que decidí retirarme. Ya saliendo me abordaron los periodistas: 

-- ¿Qué piensa hacer? 
Como estaba muy conmocionada, les dije que aún no lo sabía. 

-- ¿Pero qué razón de peso le han dado? interpeló otro. 

-- Ninguna, joven. Simplemente se han empeñado en no dejarme votar porque no soy abogada.