7/28/2015

Tierra Santa

Fuego
El veía con temor que mi fuego era un fuego extraño que jamás se extinguía. ¿Sería una visión producto de todas las drogas que se había metido? De cualquier modo había llegado la hora de cruzar el umbral, así que le llamé por su nombre y le dije: 
-- Acércate, pero quítate la ropa porque la cama que tocas, santa es.
(De mi versión de La Biblia, Libro del Éxodo)

Jueves Santo
Después de una madrugada maldita, fue delicioso robarse el sueño de 4 a 7 y despertar apacible como si no hubiesen ya escombros en mi alma. Lástima que al rato comenzaron a taladrar y martillar en el piso de arriba. Tengo ganas de subir a decirles que lo que hacen es un pecado imperdonable porque hoy Jesús de Nazareth padecía ya suplicio. Podría hacerlo, ellos no saben que soy agnóstica. Hasta podría acusarlos con Mel Gibson. También podría llamar al administrador para decirle que hoy muchos estamos ya en días de descanso, pero se va a acordar que le debo el mantenimiento del mes y saldría trasquilada. Me tendré que bajar al jacuzzi hasta mediodía, así no tenga el menor deseo de agua y burbujas. Y en este jacuzzi ni siquiera dejan beber para olvidar. Esto no es vida. Por suerte todavía queda el motel Paris, y recordad lo que decía Emil Ciorán sobre París: "el único lugar en el que la desesperación es soportable". Ahora el metro hasta le corre por encima a ese motel y la gente te pasa saludando.

Sincretismo
Llegó la semana santa. Estoy lista para quemarme la boca de tanto comer pescado salado para gorrear dulces raros en las casas ajenas y para ver "películas de Dios" con traducción ezpañola. Cierto que no soy creyente, pero la gente que me rodea lo es. Algo tengo que sacarle a la dominación. Mi abuela amaba las "películas de Dios" y yo la amaba a ella. Eso explica -en parte- el sincretismo.

Peregrinación


Después de Carnaval es la fiesta del Nazareno de Atalaya. Cada año pongo un puesto de café en el pueblo y atiendo cantidad de gente. Básicamente para humillar mi soberbia y cazar historias. 39 grados de calor en el día,  pero la noche es helada. De madrugada le despacho a algún policía solitario que me da reporte de situación. Mis mejores clientes son los indígenas Ngäbe-Buglé, que a esa hora duermen en alfombra humana sobre la yerba de ese gran parque alrededor de la iglesia. El Opus Dei, las cadenas de televisión y los políticos pasarán temprano al día siguiente con la familia, la propiedad privada y el Estado. El pueblo viene por la fe, los microempresarios vienen por el negocio de la buhonería y las instituciones vienen por el negocio de la dominación.