De la cuenta de facebook de mi institución me han pedido amistad. Por supuesto que se las negué, no faltaba más. Por todos es sabido que a la gente del trabajo es mejor mantenerla a raya en facebook.
-- Cuidado y se van a enojar -me advierte preocupada mi tía. Pero le digo que pierda cuidado, que la solicitud la mando yo misma.
-- Y entonces para qué te la mandas? -me dice.
-- ¡Pues por el puro gusto de decirles que no!