8/03/2014

25 años

Hace 25 años nació mi niña cuando yo misma era una niña. Y partimos en la dura búsqueda de un refugio sin chantajes y un plato de lentejas. En un mundo que a algunas les tocó de Disney, a otras nos tocó de Dogville. Es casi un milagro que mi hija se haya constituido en una mujer sólida y maravillosa, que no se asusta ante la sangre, que igual puede ponerme en orden a mí que a un caballo, vacunar pavoreales, hacer una necropsia y todavía oler a perfume. Ella me agradece por haberla traído hasta aquí y yo le sigo la corriente, porque ambas sabemos que es ella quien me ha salvado la vida cada día durante 20 años.